LO QUE DAMOS ES LO QUE RECOGEMOS...
Y ¡Nada
más cierto! Dice Amalia Domingo Soler
en uno de sus libros: Recogemos lo que hemos
sembrado, y ¡Qué mala siembra habremos hecho los terrenales! Porque la mayoría
de los habitantes de la Tierra no recogemos más que punzantes espinas.
Jesús decía a sus discípulos: «llevad a la práctica después de mi
partida lo que ahora llevamos a la práctica juntos, y desparramad mis palabras
como las he dicho, sin cambiarles nada ni añadirles nada».